Desde edades muy tempranas, los niños comienzan a hacer uso de la tecnología. El acercamiento de los pequeños a los móviles hace que se vuelva algo fundamental y básico en sus vidas. Los padres, en vez de oponerse, deben de alguna forma aprender a cómo sobrellevarlo.

Uno de los principales problemas de hacer que los pequeños usen la tecnología es el cómo afrontar la protección frente a todo lo que está en internet.

Sabemos que existe lo que se llama el control parental, pero en ocasiones, no se utiliza adecuadamente o no se sabe cómo emplearlo.

Según informes recientes de expertos, tan sólo el 56% de los padres supervisa el uso de móviles. Esto quiere decir que 4 de cada 10 niños navegan sin supervisión de un adulto.

Cuando se coloca el control parental, lo que se está haciendo es poner unas normas y reglas en el dispositivo. Mientras que esas reglas y normas se mantengan, el dispositivo funciona con total normalidad.

En el momento en que se dejan de cumplir, se bloquea al máximo y se impide que se reproduzca ese contenido.

Debe de estar claro en todo momento con los más pequeños, que realmente el uso de un control parental, no significa un castigo. Se trata de un control de seguridad real para que puedan navegar tranquilos.

Explicar desde el inicio que hay muchos tipos de inconvenientes en internet, y peligros es clave. Los niños son curiosos de por sí e inocentes.

Algo similar sucede con las redes sociales. Hay que enseñarles que no se deben de dar datos privados ni de dónde se encuentran en ese momento. Y que es conveniente que no existan conversaciones con otras personas que no se conozcan.

La tecnología no es algo negativo, todo lo contrario. Es algo que está allí presente para aportar grandes beneficios a la educación y el entrenamiento.

Sin embargo, eso no quiere decir que no existan peligros. Que los niños puedan navegar con tranquilidad es la responsabilidad de los adultos.

El control no sólo debe de estar en las aplicaciones cuando los pequeños usen la tecnología móvil. También tiene que estar presente en las aplicaciones móviles.

Existen distintas apps para el control parental más allá de los que traen los dispositivos. Investiga cual es el mejor para tu caso y empieza a aplicarlo lo antes posible.

Así tus niños pueden usar la tecnología de forma libre y tranquila.